viernes, 9 de mayo de 2008

EXPLORAR EL TERRENO DE LO “IRRELEVANTE”: EL NUEVO RETO DE LA ESCUELA

ENSAYO


DIMENSIÓN SEMIÓTICA


LUCENA MARIA ORTIZ


“Por mi parte, diría: no todos los sentidos son sentidos conceptualizados o expresados, y hay incluso muchos no conceptualizables, no expresables. No es el lenguaje; es el sentido lo que nos rodea, o, si nos gustan las metáforas, lo que nos atrapa en una red de acero de la que no podemos escapar”. Antonio Zirión Quijano. El sentido sin el lenguaje y la tarea de la fenomenología.

La dimensión semiótica en la educación o construcciones curriculares se podría conformar a partir de los tipos de lenguaje diferentes al verbal y escrito desde el orden epistemológico dado que la sociedad actual es lectora de otros campos como el acústico, visual e hipertextual.

En esta ocasión, retomo a Wittgeinstein: “Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo”.[1] Para Wittgeinstein, “el lenguaje lo forman una infinitud de juegos, que solo desde sí mismos pueden ser jugados y entendidos”[2] y “[ juegos de lenguaje son] lenguajes completos en sí mismos, […] sistemas completos de comunicaciónn humana”.[3]
En este sentido, puede afirmarse que en la escuela está expandiéndose lenta y encubiertamente una nube gris no vista por muchos: el retraso en la trascendencia del texto impreso a otros tipos de lenguajes o mediaciones, la re-exploración y movilización de lo que se ha enviado al olvido por considerarse irrelevante. Esto lleva entonces a que no solo los educadores interpongan un límite sin precedentes a su labor, desarrollo intelectual y al de los estudiantes.

Por ejemplo, el espacio acústico y visual que describe Mc Luhan[4]: a pesar de que estamos inmersos en el mundo de la luz que se refleja desde el orden visual, estamos sumergidos a la vez en la ceguera, hipnosis crónica. Dentro de la escuela sería ideal que se indagara el espacio acústico y se propiciaran experiencias sensoriales de esta índole, tal y como lo hacen los bebés humanos quienes solo empiezan a explorar el mundo profundamente cuando el sonido se los permite.

Diferente a lo que sucede con el sentido acústico, el visual, desde la naturaleza del ser humano, funciona como cámara y solo permite enfocar un objeto en un mismo lugar, de aquí entonces, se desprendería una motivación a un principio de exclusión: “algo está en ese espacio o no lo está. [5] Es un sentido de lógica que tal vez no nos ha permitido llegar hasta donde se desearía en la comprensión de otro tipo de lenguajes ideales para la escuela.

Otro modelo ideal que ha intentado plantearse en nuestras escuelas es la de la hipertextualidad, sin logros significativos hasta el momento. Landow[6], cita a Theodhor donde define el hipertexto como la escritura que no es secuencial y que tiene la capacidad de bifurcarse y que al mismo tiempo da la posibilidad al lector de elegir. Hay una serie de textos que están conectados y que permiten múltiples opciones. “[…] el hipertexto materializa la reivindicación de Derrida de una nueva forma de escritura jeroglífica que pueda evitar algunos de los problemas implícitos, y por lo tanto, inevitables, de los sistemas de escritura occidentales y de sus versiones impresas. Derrida reclama la inclusión de elementos visuales a la escritura como un medio de escapar a las limitaciones de la linealidad”.[7]

El reto que debe emprenderse desde la escuela, es la construcción y reconstrucción de espacios visuales y acústicos que generen nuevas reflexiones por parte de todos los integrantes de las comunidades académicas; que se les permita profundizar en su entorno y ampliar el horizonte a través de la exploración del sonido; además es también necesario retomar el sentido visual como posibilidad de invención e interpretación múltiple de condiciones y posibilidades para los estudiantes y docentes.

Desde la hipertextualidad, igualmente, se requiere la construcción y reconstrucción no solo del material útil para los contenidos académicos, sino jugar con la hipertextualidad humana: tener la capacidad de estar interconectados para formar metarelaciones no lineales de diferentes géneros.

Bibliografía

Antonio Zirión Quijano. El sentido sin el lenguaje y la tarea de la fenomenología. En: Folios. Bogotá. Segundo semestre de 2002. No. 16. P. 5-12

MCLUHAN, Marshall; POWERS, B.R. La aldea Global. Transformaciones en la vida y los medios de comunicación mundiales en el siglo XXI. La globalización del entorno. Libro del hemisferio derecho. Último trabajo de Marshall McLuhan. Gedisa. Tercera edición. Barcelona: 1995. 203 p.
IRRIARTE Lopez, Iñaki. Sistemas autopoiéticos y juegos de lenguaje. El aire de la familia entre Ludwing Wittgeinstein y Niklas Luhman.
[1] Wittgeinstein . Citado por: Antonio Zirión Quijano. El sentido sin el lenguaje y la tarea de la fenomenología. En: Folios. Bogotá. Segundo semestre de 2002. No. 16. P. 12

[2] WITTGEINSTEIN. Investigaciones filosóficas. 1988. Citado por: IRRIARTE Lopez, Iñaki. Sistemas autopoiéticos y juegos de lenguaje. El aire de la familia entre Ludwing Wittgeinstein y Niklas Luhman. En: Papers. S. l. 2000. No. 60. P. 229.
[3] WITTGEINSTEIN. Los cuadernos azul y marrón. 1968. Citado por: IRRIARTE Lopez, Iñaki. Sistemas autopoiéticos y juegos de lenguaje. El aire de la familia entre Ludwing Wittgeinstein y Niklas Luhman. En: Papers. S. l. 2000. No. 60. P. 225.
[4] MCLUHAN, Marshall; POWERS, B.R. La aldea Global. Transformaciones en la vida y los medios de comunicación mundiales en el siglo XXI. La globalización del entorno. Libro del hemisferio derecho. Último trabajo de Marshall McLuhan. Gedisa. Tercera edición. Barcelona: 1995. P. 49-59
[5] Ibid. P. 52
[6] LANDOW. George P. Hipertexto. La convergencia de la teoría crítica contemporánea y la tecnología. Paidós Ibérica. Primera edición. Barcelona: 1995. P. 15
[7] Ibid. P. 61

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